ÁREA GEOGRÁFICA
Con el río Duero internacional como nexo de unión, el área de intervención de la Agrupación Europea de Cooperación Territorial Duero-Douro, ocupa una extensión de cerca de 9000 Km2, y engloba a 187 entidades públicas españolas y portuguesas, a lo largo de 356 Km de frontera compartida. Se incluyen en este espacio 107 municipios de las provincias de Zamora (Comarcas de Sanabria/Carballeda, Aliste/Alba, Los Arribes/Sayago, Campos/Pan) y Salamanca (Comarcas de Ledesma, Vitigudino, La Fuente de San Esteban, y Ciudad Rodrigo) en el lado español; 7 Cámaras Municipales y 68 Juntas de Freguesía de las NUTS III de Alto Tras-os-Montes (Concelhos de Vinhais, Vimioso, Miranda de Douro y Mogadouro), Douro (Concelhos de Torre de Moncorvo, Freixo de Espada à Cinta y Vila Nova de Foz Côa) y Beira Interior Norte (Concelhos de Sabugal y Almeida), de la parte portuguesa.
Engloba por lo tanto la zona fronteriza de Norte - Castilla y León, Centro – Castilla y León, desde el Sistema Central como límite sur, hasta la Sierra de la Cabrera en el Norte. Desde la Tierra del Pan en el sector oriental, hasta la Serra de Bornes en el occidental.
CONDICIONANTES GEOGRÁFICOS
El territorio de la AECT Duero-Douro, se encuentra en la Región Mediterránea, caracterizada por el estiaje estival, al menos durante dos meses. Más al detalle y siguiendo la clasificación de Rivas-Martínez, podemos incluir a todo nuestro territorio dentro de la Provincia Carpeto-Ibérico-Leonesa, dominada por la cuenca hidrográfica del río Duero. Dominando en la zona las rocas silíceas cámbricas y pre-cámbricas, sobresaliendo las pizarras de complejo esquisto-grauváquico y los granitos hercínicos. Existen áreas significativas de rocas básicas, ultrabásicas y afloramientos.
El régimen de lluvias es predominantemente procedente del Atlántico, con precipitaciones tardías invernales. El invierno y primavera son relativamente lluviosos, lo que determina una alta efectividad de las lluvias.
La continentalidad aumenta de oeste a este, lo que condiciona la vegetación potencial, destacando grandes extensiones de matorral, con formaciones arbóreas de Quercíneas (Q. rotundifolia en zonas más secas, y Q. faginea en zonas más húmedas).
Esta efectividad de las precipitaciones, condiciona a nuestro paisaje cuando se mezcla con factores como es el envejecimiento poblacional. La estructura demográfica de nuestro territorio tiene un marcado tinte regresivo, equiparable a cualquier área rural de la Península Ibérica. El aumento de la población envejecida, sumado a la emigración de los jóvenes en busca de otras oportunidades a zonas urbanas, la dificultad de integrar dinamismos para la economía local, provocando un paulatino abandono de estos territorios.
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